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jueves, 17 de julio de 2008

¿El conectivismo parte de aceptar la propia ignorancia?

Georges Siemens, en su post Information Overload, sugiriendo que el perpetuo estado de ignorancia es un buen punto de partida, me ha recordado la dialéctica socrática y no he podido dejar de compararla con el conectivismo -salvando tiempo y distancia y aún a riesgo de que a muchos les parezca una aberración-.

Aceptar que el conocimiento reside en la red y no en nosotros mismos supone, de alguna manera, aceptar nuestra propia ignorancia actual y futura.

Para obtener conocimiento hemos de involucramos en redes sociales, realizar el esfuerzo de mantenerlas activas sin tener seguridad alguna de que el conocimiento que fluye en ellas pueda sernos realmente útil.

Juega un papel importante en este tema la actual superabundancia de la información existente en una web 2.0 -el grupo Information Overload Research Group se ocupa de ello- en la que todos somos productores y consumidores simultáneamente, fenómeno creciente que, lejos de optimizar la red, la hace más lenta. Hay quien asegura que la web 3.0 -web semántica- mejorará notablemente este hecho.

Sea como fuera, es un hecho cada vez más evidente que la red crea una nueva cultura y unos nuevos comportamientos, cosa que es objeto de estudio del recién creado grupo Connectivitas -abierto a la participación de todos y que ya cuenta con más de 50 miembros de 14 países distintos- y que, en brebe iniciará sus actividades.

2 comentarios:

Carlos dijo...

Buen post. Me recuerda muchísimo a la discusión que tuvimos sobre el libro "Los bárbaros" de Baricco.
Hay algo en tu post, algo que me lleva a pensar de nuevo en los bárbaros, esos seres que no buscan el conocimiento en sí, que no sólo no conocen sino que se vanaglorian de no conocer porque para ellos lo importante es "la secuencia", es decir que lo que encuentran en la red se valora según la capacidad que tenga de impulsarles a seguir conociendo, no por lo que aporte de conocimiento en sí mismo.
Todo esto que suena muy abstracto para mí tiene un referente claro: USA. En Europa tenemos el prejuicio de que en USA la gente es como "niños", en un estado de permanente ignorancia. Este prejuicio que nos hace lamernos las heridas chovinistas y hacernos sentir superioridad, enlaza con algo que tiene quizás algo más de realidad: La forma de valorar el conocimiento y a las personas que tienen ese conocimiento. Esta mentalidad conectivista puede llevar a exagerar y mantener a perpetuidad el "sólo sé que no sé nada", que refleja en mi opinión una forma de hacer del defecto virtud, porque además ahora mismo seguramente puede serla: La capacidad de velocidad y adaptación en la adquisición de conocimientos... El único problema serio es que... si nos mantenemos siempre ignorantes nos hacemos "permeables" a toda influencia, y si celebramos todo el conocimiento que nos llega en torrentes por la web y no tenemos los píes en ninguna parte bien asentados, si no tenemos ningún juicio (o incluso prejuicio), entonces no podemos ser críticos y si no podemos ser críticos, entonces nos lo tragamos todo, y si alguien viene y dice que la tierra es plana, pues todos al unísono le jaleamos y admitimos como un innovador. El problema de las redes es ese, te pueden hacer más listo, tener más conocimientos, sin duda, pero también te hacen más influenciable. Sin crítica no hay nada y nada sirve.
Un saludo
Carlos

Dolors Capdet dijo...

Yo creo Carlos que el ignorante de hoy es muy ditintos al de hace sólo unos años.
El conocimiento avanza tan rápido y su vida útil es tan corta que no tenemos tiempo suficiente para similarlo todo, lo que provoca un cierto desasosiego y la reformulaciónd e la célebre frase "sólo se que no e nada".
Sin embargo, hay un conocimiento que si se extiende, que avanza a gran velocidad y que nos igualaa tosos: la alfabetización digital que aporta a cualquier idioma muchos más nuevos términos que el idioma en si. Es, por decirlo de una manera gráfica, un incipiente nuevo esperanto.